Tras una convención interna, es un deber felicitar en primer lugar a todos los precandidatos a diputados y diputadas en el extranjero por Europa, quienes el pasado domingo 17 de septiembre obtuvieron el respaldo de la mayoría.

Es importante reconocer que este es solo el comienzo de una intensa contienda electoral, tanto dentro como fuera del partido. En este proceso, debemos enfocarnos en la tarea de socializar, unir y conciliar con nuestros compañeros y compañeras perremeístas. Al mismo tiempo, enfrentaremos a nuestros adversarios políticos, así como a aquellos compañeros y compañeras que no lograron obtener el apoyo de la mayoría, y también a quienes han decidido abandonar el partido debido a desacuerdos.

Este no es un momento para la confrontación, sino para la reflexión personal. Debemos analizar nuestros propios errores y áreas de mejora, en lugar de señalar los errores de otros. Esto es esencial para hacer frente a una oposición fuerte en Europa. Debemos afrontar la situación actual con valentía y determinación si deseamos cambiar los resultados futuros.

Es fundamental comprender que la base del partido espera un fuerte respaldo del Gobierno. Sin ese apoyo, todo el esfuerzo de los precandidatos podría ser en vano, ya que, al final del día, los votos en los partidos políticos no se explican, sino que se cuentan. Debemos asegurarnos de que no queden heridas abiertas y palabras irreparables en el resultado final. Como mencionó un dirigente, todos somos vencedores y el partido es el ganador.

En este contexto, me gustaría citar una frase de un presidente estadounidense: «La victoria tiene mil padres, pero la derrota es huérfana».

Por: Juan Santana


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